Escultura en madera de nogal, tallada, dorada y policromada que representa la coronación de Maria.
La Virgen es representada ya de muy antiguo en el arte bizantino como a trono de su Hijo divino y por eso, ya de muy antiguo también, será representada su coronación para acabar de acentuar su descenso Real de la casa de David.
En la iconografía de la coronación trinitaria se vinculará la imagen de Maria Reina con el triángulo divino formado por Padre-Hijo-Espíritu Santo (paloma).
El aumento de la dedicación a Maria en los retablos de las iglesias a partir del gótico y sobretodo en el barroco y dado que la Coronación será uno de los misterios gloriosos del Rosario, hará que esta representación se extienda por los templos sobretodo por la expansión del culto a la Virgen del Rosario. Es el caso de esta obra, que como a una sola pieza, fue extraída de un retablo de mayores proporciones.
Procedencia: colección privada española.